Los azulejos son una superficie muy versátil que permite muchas opciones para dar un aire nuevo a la habitación sin necesidad de hacer reformas para retirarlos. En este post vamos a repasar algunas de las formas más sencillas de actualizar azulejos en casa y por poco dinero. Toma nota y lánzate a renovar la imagen de tu cocina, tu cuarto de baño o cualquier otro lugar de casa donde tengas azulejos en las paredes.
Adhesivos de diferentes motivos
Actualmente existen en el mercado un montón de opciones disponibles de adhesivos para azulejos. Además, los hay de diferentes tamaños y con diferentes motivos. Lo más habitual es encontrar diseños que imitan a las baldosas hidráulicas y permiten dar un toque retro a la estancia.
¿Aún no sabes qué son las baldosas hidráulicas? Son las baldosas tipo mosaico que se utilizaban en la primera mitad del Siglo XX para suelos y paredes. En realidad deben su nombre al proceso de fabricación pero, para que nos entendamos, son ese tipo de baldosas antiguas.
Además de estos motivos también existen diseños que imitan otro tipo de revestimientos como, por ejemplo, los que imitan azulejos más pequeños y coloridos que se pueden utilizar en los salpicaderos de la cocina. Otra opción son las pegatinas de diferentes colores o con motivos geométricos o típicos de la cocina (frutas, pasteles, animales de granja…) El surtido es muy amplio y seguro que puedes encontrar una opción que encaje con el estilo que quieres dar a tu cocina o baño.
¿Qué pasa si no encuentras un adhesivo que te guste? Siempre puedes recurrir a una empresa de rotulación y pedir que te preparen adhesivos de vinilo personalizados a tu gusto. La ventaja de hacerlo así, aunque lo notarás un poco en el precio, es que tendrás las medidas y los diseños que quieras y serán únicos.
Pintura sobre los azulejos
Una forma también sencilla y económica de actualizar azulejos en casa es darles una mano de pintura. Existe una paleta de colores muy amplia para escoger el color de tus nuevos azulejos y el procedimiento es muy sencillo.
Para pintar tus azulejos tendrás que limpiarlos previamente con agua caliente y jabón en el caso del cuarto de baño. En el caso de la cocina es posible que necesites agregar a esa mezcla un poquito desengrasante para limpiar algunas zonas ya que las paredes de la cocina están más expuestas a grasa de lo que cocinamos. Una vez que la superficie esté limpia ha llegado el momento de pintar.
A la hora de aplicar la pintura, utiliza una brocha o rodillo acorde a las instrucciones del fabricante de la pintura. Pero, sobre todo, ve pintando por tramos para evitar que queden pegotes de pintura que se empiecen a secar antes. Es importante que las capas queden uniformes para que tengan el resultado final liso de los azulejos originales. Lo mejor es utilizar un rodillo de espuma compacta para alisar las posibles imperfecciones.
Una vez termines, ten en cuenta que la pintura no se debe mojar durante el tiempo de secado y es importante tener cuidado los primeros días para no arruinar el trabajo.
Lo que menos suele gustar de esta alternativa es que, al pintar, vamos a tapar tanto el azulejo como las juntas. De tal forma que la pared quedará con un color uniforme en el que las juntas no destacarán de ninguna forma junto al azulejo. Pero hay quienes, precisamente, buscan este efecto en sus paredes.
Una lechada renueva el look
En ocasiones vemos los azulejos de casa pasados de moda pero no somos conscientes de que todo podría cambiar renovando la lechada (ese cemento blanco, gris, negro… que hay entre los azulejos). Renovar la lechada es laborioso, pero no es complicado. Y puedes actualizar azulejos dando una sensación de limpieza.
Para renovar la lechada tendrás que quitar la anterior en la medida de lo posible. Para ello existen en el mercado unas herramientas llamadas rascadores que sirven para rascar las juntas y eliminarlas.
Una vez tengas las juntas limpias, llegó el momento de aplicar un nuevo mortero. En este momento puedes jugar con el blanco que dará un aspecto inmaculado o con el gris o negro que crean mosaicos muy modernos. La elección es tuya. El mortero o rejunte se aplica sobre las juntas y, antes de que esté totalmente seco, se retira el exceso con una esponja. El resultado puede ser muy sorprendente.
Revestimientos de PVC
Si quieres dar un aire totalmente diferente a una estancia de tu casa en la que tienes azulejos tus aliados van a ser los revestimientos de PVC.
La principal ventaja de este tipo de revestimientos es la gran cantidad de diseños y texturas disponibles. Entre las opciones tienes diferentes tipos de maderas, aspecto de piedra natural, imitación al cemento u hormigón y muchas opciones más. El acabado es tan real que hay expertos en decoración que tienen dificultad en diferenciarlos del material original a simple vista.
Estos revestimientos están disponibles en el mercado en diferentes medidas y suelen ser cuadrados. Algunos modelos llevan un adhesivo incorporado y para otros es necesario comprarlo aparte, pero la instalación es muy sencilla. Al ser de PVC son fáciles de cortar para ajustarse a las medidas que necesites pero, además, son resistentes a la humedad y muy fáciles de limpiar. También actuarán de aislante térmico y acústico al colocarse sobre las paredes sin retirar los azulejos.
También permiten crear espacios que serían muy complicados de mantener con el material original. Por ejemplo, tener una pared de «madera» en la ducha es muy sencillo con estos revestimientos. Sin embargo, con madera natural sería muy difícil de mantener.
Como ves hay muchas opciones para que puedas actualizar azulejos en casa sin necesidad de hacer obras ni de gastarte una fortuna. Alguna de ellas es un poco más aparatosa, como la pintura, pero no tardarás más de un día (un fin de semana si te lo tomas con calma) en renovarlos.
Ya no tienes por qué resignarte y convivir con unos azulejos que no te gusten. Simplemente escoge la opción y el acabado que mejor encaje con tu estilo y lánzate a crear habitaciones renovadas.
